¿Trabajo o salud?: los pros y los contras del nuevo cementerio de residuos nucleares


Según el Ministerio de Industria, más de 100 municipios se han interesado en albergar el ATC, es decir, el almacén de residuos nucleares. Y más de cien municipios han visto como su población se ha dividido en dos corrientes. Una que apoya la iniciativa, ya que con los tiempos que corren y con la crisis a cuestas ven una oportunidad de desarrollo y supervivencia de su entorno. Otros, en contra por el miedo que supone tener de cerca unos residuos tan peligrosos.
Desde que el organismo que preside Miguel Sebastián dio a conocer que busca un emplazamiento para instalar un almacén de residuos nucleares se han levantado voces a favor y en contra tanto en los partidos políticos de la oposición como en la población de los municipios que optan a la instalación. En total, cerca de 100 municipios se han ofrecido, según fuentes ministeriales, ha albergarlo buscando un motor de desarrollo para la comarca, que evite la diáspora de sus vecinos a lugares más prósperos. Trabajo frente a salud, son los dos aspectos que defienden cada partido.
Sin embargo, la energía nuclear es la gran desconocida y la que tiene peor fama, debido al accidente de Chernóbil. Pero lo cierto es que el accidente se debió a que el diseño de los reactores no cumplía los estándares de seguridad, unido a la falta de conservación de la central, en unos años en que la difícil situación económica que atravesaba la antigua URSS hacía imposible su mantenimiento. Sin embargo, las circunstancias actuales son otras, y los accidentes de las centrales nucleares son pocos y de escasa magnitud.
En España hay siete centrales. Francia y Estados Unidos son los países líderes en este tipo de energía. El vecino galo cuenta con 23, que generan casi el 80% de la electricidad del país. Estados Unidos, cuenta con 107, mientras que la locomotora alemana tiene 17. La energía nuclear no produce gases contaminantes, aunque sí generan residuos radiactivos los cuales son contaminantes y peligrosos y requieren ser albergados en depósitos aislados y controlados. Sus defensores alegan que podría ser una alternativa a frenar el cambio climático, aunque sólo aportaría una pequeña parte y el resto debería venir de energías renovables.
Por eso no es descabellado pensar en alargar la vida de las centrales nucleares y depender menos del petróleo, una energía contaminantes y con fecha de caducidad. Según se puede consultar en la página de ENRESA, que gestiona los almacenamientos nucleares, "el Almacén Temporal Centralizado es una instalación diseñada para guardar en un único lugar el combustible gastado de las centrales nucleares y los residuos de alta actividad que se producen en España (total material a almacenar: 12.816 m3). Se dispone en superficie y almacenará en seco, durante 60 años estos materiales mediante un sistema de espacios modulares". La pregunta que surge es ¿qué pasa a partir del año 61? Consultada a este respecto, Enresa no ve mayor problema ya que es probable que, tal y como avanza el desarrollo tecnológico, los residuos sean reutilizados o bien se desmantele y se almacenen fuera del sistema.
Desde el punto de vista de confinamiento existen dos barreras, las cápsulas en las que se introducen los combustibles gastados y residuos de alta actividad y los tubos metálicos en donde se alojan esas cápsulas. Además, están rodeados de unas paredes de hormigón armado de 1,5 metros de espesor. Las tres barreras citadas garantizan la ausencia de impacto radiológico en el exterior de la instalación. Además la radiación que genera es nulo". Sin olvidar, que al tratarse de residuos no pueden provocar una fisión del núcleo.
En cuanto al desarrollo económico, creará cerca de 300 empleos. En el otro ACT que está funcionando, el situado en 'El Cabril' trabajan más de 300 personas y la construcción duró 4 años. En cuanto a qué porcentaje de riesgo y qué tipos de de accidentes pueden ocurrir, ENRESA nos ha remitido a la página web.
Por su parte, el responsable de la Campaña de Energía Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo intentó desmentir que el ATC sea una instalación segura. Para Bravo en la construcción de un cementerio nuclear centralizado hay "muchísimos riesgos", ya que "cualquier error puede ser fatal, teniendo en cuenta que los residuos no son sólo peligrosos hoy sino durante miles de años? y que la capacidad radiactiva que debería soportar el ATC en cualquier municipio español".
Pero, según este portavoz de Greenpeace, el riesgo no es sólo que pueda haber un error humano, una explosión de hidrógeno, un accidente en el transporte de los residuos hacia Ascó o un ataque terrorista, sino que "aún sin accidentes, los gases que se producen en un almacén como este salen al exterior, sólo hay que ver las chimeneas que se construyen. Y eso es fatal para al humano y el medio ambiente".
Tendrán que pasar 482.000 años para que el plutonio-239 que se encuentra en este tipo de residuos, deje de ser radiactivo, 34.000 años para el radio-226, 112.000 años en el caso del carbono-14, según los datos ofrecidos por ecologistas.

Fuente: finanzas.com

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